
El día de Todos los Santos es una tradición cristiana para venerar a todos aquellos santos que no tienen una fiesta propia en el calendario litúrgico. Tradicionalmente, España ha sido un país cristiano y designaba este día como festivo. Las familias acudían a la iglesia y disfrutaba de los ricos huesos y buñuelos de santo. Eran días de descanso y celebración.
La modernización, el menor peso de la religión en nuestra sociedad y el aumento del tiempo que dedicamos al ocio han hecho que ciudades como Madrid adquieran algunas de las costumbres anglosajonas más extendidas tales como la fiesta de Halloween. Niños disfrazados de fantasmas, brujas y diablillos corren por las casas para pedir dulces y caramelos bajo el lema “truco o trato”. Las tiendas decoran sus escaparates con calabazas y telas de araña. Los restaurantes preparan menús terroríficos y, los bares y discotecas se esfuerzan en ofrecer la mejor fiesta de Halloween y, hasta te invitan a una copa si vas disfrazado.
Dentro de pocos días tendréis oportunidad de ver un nuevo asalto entre tradición y modernidad, entre santos y brujas ¿quién creéis que será el primero en caer del ring? Personalmente… creo que veremos bandera blanca, un apretón de manos que nos permitirá comer huesitos de santo disfrazados de vampiros ¿os apuntáis a disfrutar de este nuevo cocktail de culturas?
xoxoxo